El instrumento es la herramienta del músico para crear música.
El trabajo del luthier es permitir que el músico pueda utilizar su instrumento sin dificultad y asegurar condiciones ideales para conseguir el mejor sonido.
El instrumento debe ser revisado periódicamente, para mantenerse en buen estado y evitar posibles grietas o cualquier problema que, a la larga, pueda complicarse y causar daños irreversibles.
En esta revisión, que aconsejamos realizar una vez al año, se hace primero una limpieza (Nunca use líquidos limpiadores de fabricación casera u otros productos, incluso si se venden en tiendas de música o en internet).
Una vez que el instrumento esté libre de la suciedad debida al uso diario, puede ser inspeccionado y revisado en profundidad, y si hace falta, ejecutar reparaciones menores: encolado, retocado de barniz, y mejorado de sonido.
Teniendo esto en cuenta, los luthiers usan un método de trabajo que, hoy en día, es el mismo que desde hace siglos:
Conservar la idea original del creador del instrumento y preservar así su sonido y forma, incluso para las generaciones futuras.
Respetar la idea de sonido, musicalidad y forma de tocar del músico.
Siempre usar colas naturales y herramientas manuales.
Utilización mínima del barniz para preservar la madera y protegerla del uso diario, y evitar posibles modificaciones de sonido.
Hacer invisible la reparación y de esta manera ayudar tanto al instrumento y su músico a olvidar el accidente, y por lo tanto sus preocupaciones.